10 de diciembre de 2012

Doggi


Doggi


11 de Noviembre de 1995
a
8 de Diciembre de 2012





"Todos los perros van al cielo"

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8 de octubre de 2012

Gerardo y Estela, Boda Civil

Mi hermano Gerardo ha formalizado su relación con Estela, después de un noviazgo de 5 años aproximadamente.

La ceremonia fue celebrada el día viernes 5 de Octubre de 2012, en el Juzgado 01 de la Delegación 6 de la entidad 9. Al medio día.






Plaza de Santa Catarina

Los contrayentes pueden ir al Registro Civil de su predilección, pues esto no está limitado al lugar de nacimiento o de actual residencia.












Así que el Registro Civil que eligieron está en la Plaza de Santa Catarina, a dos cuadras al norte de la más conocida Plaza de Santo Domingo (afamada por sus servicios de impresores en el Centro Histórico y porque está ahí el Museo de la Medicina y  Antiguo Palacio de la Inquisición), siguiendo la calle de República de Brasil (esquina con República de Honduras).




Es una plaza bonita y limpia. Un excelente marco para empezar otra etapa en la vida, en este caso en pareja.



La espera

En la plaza desarrollamos el eterno ritual de conocer y saludar a los familiares de la novia. Conocer nuevos amigos.
Me tomé la molestia de sacar mi chiste (si no ahora ¿cuándo?) de:

-Vienes de parte del novio o la novia.
-Vengo con el novio, pero no estoy de su parte…


Había una pareja ya en proceso de firmas, así que esperamos en la plaza. Esto fue muy grato.


Además el espacio permitía a la salida de los nuevos esposos sumarse a su festejo sin que ello representase una intromisión.

Todo se va desarrollando de manera fresca, rápida, pero sin atropellos.
Así que ahora nos tocaba pasar a nosotros.

El interior

El Registro Civil cuenta a su interior con un  recinto abovedado. Curiosamente no tiene la acústica molesta como de “eco sordo” o “hueco” de otros lugares similares como museos, iglesias, etc.




Al ser una ceremonia civil los iconos que revestían el recinto eran: la bandera de la República Mexicana, un retrato de Don Benito Juárez (Abogado y político mexicano, Presidente de México en varias ocasiones, el "Benemérito de las Américas"), y por allá en una esquina una pintura al óleo del Cerro del Chiquihuite (un cerro del norte de la ciudad de México). Aderezando los grandes muros: diversas promulgaciones a lo largo del tiempo.



La Firmada

Firmar en sí mismo es muy rápido y la funcionaria (la Lic. María de los Ángeles Pliego) procura crear un remate con una petición de “que el novio bese a la novia, ahora que ya son esposos”. 


También los exhorta a tener una relación equilibrada y equitativa.

Les desea todas las felicidades.







Ahora los familiares y amigos nos podemos acercar a los flamantes esposos. Besos, abrazos, lágrimas…






La Salida

Quienes administran el servicio de boda del Registro Civil son mujeres, y esto resulta simpático porque se ven realmente preocupadas por revestir la ceremonia.


Así que al abandonar el recinto ponen la in-faltante Marcha Nupcial. Que tuvo que ser puesta 3 veces porque no estaban listos los novios para salir (aunque en descargo se debe decir que el inconveniente no era de parte de ellos).


Vítores, felicidades, aplausos.




Salen los novios a la luz del sol en la plaza.

Y entran los siguientes programados.













Comienzan las aventuras

Doña Mary, la suegra de Gerardo, nos invitó a una comida en uno de los afamados restaurantes cerca del Zócalo.

Había que recorrer 5 cuadras. Pero a mitad de camino tomamos una calle perpendicular.
Ahí Estela manifestó molestias con sus zapatos de tacón. Y ya no pudo andar más…

Estábamos a mitad de una banqueta amplia, nos pegaba el sol, y coincidió que estábamos varados exactamente enfrente de un santo que la localidad de comerciantes venera, así que los encargados nos veían con mala cara.
Estela se descalzó y arrellanó en una pequeña saliente del muro.

Doña Mary y una amiga suya salieron hacia el fondo de la calle para comprar unos chanclos.
Cartelera de Lucha Libre,
en primer plano: Elizabeth
La calle resultó ser República de Perú y estábamos enfrente de la Arena Coliseo (Lucha Libre).

Nos pasamos a las puertas de la Arena porque ahí había sombra y se podía sentar en los escalones de la entrada.

No aparecían las mujeres con el nuevo calzado, así que mi hermano Gerardo fue a buscarlas. Al poco regresó la Amiga de Doña Mary, pero sin ésta y sin zapatos.

A seguir buscando los zapatos. Se le ocurrió a Elizabeth (pareja de mi hermano Javier) comprar en una tienda especializada en serigrafía que estaba ahí cerca unas pantuflas que se utilizan para pruebas de diseño. (Curiosamente antes de que ella fuera, Gerardo las había pedido y no se las quisieron vender)

Eventualmente los grupos que habían ido en busca de los primeros grupos que habían salido en la busca de los zapatos, regresaron. Doña Mary trajo un par de tenis (ligeramente grandes). Estela se probó las pantuflas y los tenis, optando por las primeras.



Nos retornamos hasta la calle de República de Brasil y de ahí hacia el Zócalo, al restaurante.

La comida (bufete): buena; todo cortesía de Doña Mary.

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Así son las "aventuras" en mi familia, hechas de pequeñas cosas cotidianas.

Por la tarde los novios tuvieron que atender otros asuntos burocráticos, esta vez con el apoyo de mi hermano Javier.

De izq. a der.: Doña Primi, Javier, Doña Mary, Estela, Gerardo y Sergio

Así que todo ha comenzado bien!!!



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15 de mayo de 2012

Paul McCartney y Los Huerfanitos del Zócalo


Reseña del concierto en el Zócalo de la Ciudad de México el Jueves 10 de Mayo de 2012.

Todos los que NO tuvimos madre estuvimos en la Plaza de la Constitución (Zócalo) de la Ciudad de México, para citarnos con un insigne artista, compositor y cantante, Sir Paul McCartney, con su gira On The Run.


La llegada al Zócalo

Escultura de Botero.
Explanada del Palacio de Bellas Artes.
Llegué vía Metro "Bellas Artes", al salir a superficie te encuentras con una exposición de Botero.
Después me interné hacia el Zócalo por C. Venustiano Carranza.

Se supone que iban a existir varios retenes y una vigilancia estricta. Que los hubo. Pero yo esperaba mayor inspección, como me había ocurrido en otros mítines. Pasé sin que ningún policía me revisara (también es cierto que no llevaba mochilas ni bultos, ni frascos, ni paraguas). Estaba pisando la plancha a la 1:00 p.m.

Mi hermano Gerardo también fue. Llegó a las 6:00 p.m. y a él sí le tocaron 3 retenes. En el último el policía le confiscó un desodorante en aerosol, un cepillo dental y otra cosa que ahora no recuerdo; mientras lo hacía el oficial le preguntaba a mi hermano "¿De veras vale la pena?".

Gerardo y yo no pudimos reunirnos. Los teléfonos celulares al principio funcionaban de manera menos que regular y a las 8:00 p.m. ya no funcionaban.

La Espera

Logré ponerme en la pantalla izquierda (viendo hacia el escenario), como se obvia en las fotos.
Así estaba el Zócalo antes del mediodía:  link a noticia periodística.


Ir a este tipo de conciertos es una batalla física y psicológica: van a ser aproximadamente 8 hrs. de introspección (claro que hubo quienes se aventaron más horas). Hay mentes que no lo toleran, ya no digamos el cuerpo: ganas de ir al sanitario, sed, calor, etc.

Cerca de las 3:30 o 4:00 p.m. empezó a caer una ligera lluvia. Saqué mi impermeable. Duró poco pero sí mojó a la gente; NADIE abandonó. Después, paulatinamente salió el sol. Se incrementó el bochorno. Y no volvió a llover ni a bajar la temperatura.

La rutina del limbo se vio rota cuando en una ventana del edificio de oficinas de la Asamblea Legislativa del DF apareció una manta publicitaria apoyando a un candidato a la presidencia. 

Esto enardeció a la mitad de los espectadores de la plancha, los demás simplemente estábamos callados y tranquilos. La rechifla que se llevaron la manta y el colocador hicieron que desaparecieran al poco tiempo. Estoy de acuerdo en que no era el lugar ni el momento para tal tipo de exhibición. 

A 3 metros de mí, un núcleo de jóvenes coreaban (como remate de todo el asunto): “Gokú para presidente, Gokú para presidente…” (Gokú es un personaje de caricatura animada –manga y anime- que sigue vigente en la televisión actual: conócelo en este link)




Arranque del Disc Jockey.
Por ahí de la 6ª hora empiezas a vencerte, tu mente piensa algo como: “si me voy ahorita, alcanzo a llegar a mi casa y lo veo vía internet”. Y simultáneamente otra parte de ti mismo dice, más como un sentimiento que como una idea: “no he llegado hasta aquí para nada. Además solo resta una hora para que pongan al disc jockey (DJ)… ya con eso me distraigo”.

El DJ estuvo entre regular y bien, sin llegar a excelente. 

Preámbulo del Disc Jockey 



Al día siguiente, mi hermano Gerardo me comentó que a él le regalaron agua simple (había cómo tomarla del garrafón o en suministro de bolsita con popote),  incluso hubo regalo de jugos (en tetrapack chico). A mí no me tocó ver y mucho menos recibir una gota de estos líquidos. Pero valió la pena la deshidratación.

Video introductorio (8:30 p.m.)



Sir Paul McCartney arribó al escenario a las 21:05 horas.

El Concierto

Es un artista que NO requiere coreografía, ni coros, ni porristas, ni vestuarios estrafalarios, ni operaciones cosméticas para cambiar el color de su piel, en fin…no requiere nada, pues tiene de su lado la nostalgia y un sinfín de canciones en todos los estilos y para todas las edades.

Es solamente el señor con su guitarra o su piano, un baterista, otro compañero en las cuerdas y miles de gargantas que mal que bien se conocen la mayoría de las canciones.


El equipo técnico es de 1er mundo: sin distorsiones, sin ecos, sin el “golpe de bombo” que es tan cansino cuando se utilizan bocinas grandes.

Sir Paul ya tenía un programa establecido, que había montado en Guadalajara y el Estadio Azteca, y que volvió a mostrar sin cambios en la Plaza, aunque con leves variaciones que mencionaré más abajo.

Entrada de Sir Paul



A mitad de concierto toda la muchedumbre saltaba al ritmo de la canción. Lo interesante es que la plancha debajo de nuestros pies hacía efecto “gelatina”, se sentía cómo se bamboleaba como si fuera un piso de madera hueco por la parte de abajo.

La reseña profesional de todo el concierto (a la que no le agregaría ni quitaría nada) en este: link




"Cielito Lindo"

A 3 metros de distancia seguía el grupo jacarandoso (chispeante) que había propuesto a Gokú para presidente, antes del concierto cantaron decenas de cosas que incluían desde “El Rey” de José Allfredo Jiménez hasta el intro de Bob Esponja, claro que pasando por canciones de Sir Paul, Los Rolling Stones y The Beatles.

A mitad del concierto fueron los principales promotores (aunque no los únicos) en entonar la canción “Cielito Lindo”, la cual iba en crescendo (aumento gradual de la intensidad). Y empezaba a imponerse sobre el mismo ex-Beatle. Deseé, y no creo haber sido el único, que Sir Paul se la apropiara y que la cantáramos todos juntos… pero el Maestro McCartney la paró en seco (pues interfería con su programa): señaló con su dedo más o menos hacia el núcleo en donde se generaba la canción y empezó a meter ritmo con unos ligeros balbuceos, que iba haciendo cada vez más quedos, quedando en silencio la Plancha, y ahora sí, se arrancó con la siguiente canción. Todo el asunto duró a lo sumo unos segundos. Ya lo dije: un maestro.

En descargo de Sir Paul se debe mencionar que  el Mariachi Gama 1000 sirvió de acompañamiento cuando interpretó 'Ob-La-Di, Ob-La-Da'. Comercial del mariachi incluido. Esta fue la variación que había prometido señalar: mientras que en Gudalajara y el Zócalo se cantó como ya se señaló, en el Estadio Azteca no ocurrió así (o sea que no hubo mariachi). El resto de la programación fueron las mismas canciones pero en diferente orden en los 3 sitios.

Cierre de Concierto

Hubo varias catarsis a todo lo largo de la noche (ya habían pasado canciones como "Give peace a chance", "Let it be", "Live and let die"), pero creo que lo orgásmico comenzó con “Hey Jude”, la que dice:

Hey Jude
don't make it bad, take a sad song and make it better
(Hey Jude
no lo estropees, toma una canción triste y mejórala).
Na na na ná, na na na naaá, hey Jude.

Esta canción, con más de siete minutos de duración, fue en su tiempo la más larga de la historia, ocupando el Top 10 de las listas británicas de sencillos allá por 1968 –nota de Wikipedia-.

Un locutor decía espontáneamente (lo oí en una re-transmisión radiofónica del concierto del Estadio Azteca, al siguiente domingo): ¡¡Ahora está cantando Hey Jude, todos en el estadio la entonan... Es una canción que tiene... tiene algo de demoníaco que obliga a sumarse...¡¡
...Na na na naaaá
...Na na na naaaá

Canción "Hey Jude"



Llevábamos 2 hrs. y15 min. de un concierto EXCELENTE, y todavía quedaban por delante 40 min. y canciones como Lady Madonna",  "Get back",  "Yesterday"… y "The end".


Fue HISTÓRICO y estuve ahí.
(¿No es lo que todos esperamos decir alguna vez en nuestra vida?)

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EPILOGO TÉCNICO

Esta es la reciente relación de Sir Paul con México (Fuente de la cronología):
  • 1993 (noviembre): primera vez que se presentó en México en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez.
  • 2002 (noviembre): gira Driving. Se presentó en el Palacio de los Deportes.
  • 2010 (mayo): gira Up Coming Tour, en el Foro Sol.
  • 2012 (mayo): gira On The Run. Guadalajara y Cd. De México.
    • Así fue como nos sumamos 260 mil fans y seguidores durante los conciertos realizados en el Estadio Azteca y la Plaza de la Constitución (alias  Zócalo donde estuvimos 120 mil personas). 
    • Fotos profesionales y Fuente del dato: en este link.
    • Video profesional noticioso.

El CONCIERTO COMPLETO (2 hrs. 53 min.) en Youtube (ya estaba y lo quitaron, lo repusieron, así que ha disfrutarlo mientras esté):


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24 de marzo de 2012

Por Qué mi calle se llama "Las Agujas" y algunas aventuras ahí

La procedencia del nombre de mi calle, "Las Agujas" (en la Colonia El Vergel, Delegación Iztapalapa, Ciudad de México) la conocí apenas el viernes 2 de diciembre de 2011.

Mi familia llegó a fundar esta calle hace 40 años, y en todo ese tiempo nadie nos habíamos enterado del origen del nombre.

QUIÉN ME LO DIJO

El Dr. RAFAEL LÓPEZ GARCÍA, 
haciendo “horas nalga”, según sus propias palabras.
Esta historia me la platicó nuestro Doctor de Cabecera, el Dr. Rafael López García, Cirujano y Pediatraque labora en la susodicha calle. 

Es un doctor de los buenos: para examinarte te toca (lo cual es muy importante como primera medida terapéutica).

Los doctorcitos de hoy te auscultan “a control remoto”: sin tocarte, sin meterse contigo, reduciéndote a un objeto. Parece que solo tienen capacidad para atender síntomas y no necesariamente curar buscando la génesis del malestar.

También hay doctores y científicos que solo desean saber qué es lo que te tiene enfermo, pero no les interesa curarte.

Los médicos actuales están perdiendo la ética ¿qué es la ética? Es llana y simplemente “no hacer a otro lo que no quieras que te hagan a ti”.

El Dr. Rafael genuinamente se compromete con la curación del individuo y siempre busca ser asertivo.

Así que aprovecharé la ocasión para platicar de la atención que mi familia y yo hemos recibido de parte de él a lo largo de los años y en la segunda parte revelaré el origen del nombre de la calle:

Historia 1. Atención de la apendicitis de mi hermano Javier. Año 2007.

·        La apendicitis puede ser fulminante. Desafortunadamente para mi hermano, tuvo que esperar 24 horas a que su dolor se incrementase, para así saber si su malestar estaba en el apéndice y operarle de emergencia. Al final, afortunadamente estuvo en otro lado y con antibióticos se le dio solución. 

Historia 2. La larga agonía de mi papá, Don Sergio Jiménez. Año 1999.

·        En mi familia Los Jiménez mueren de complicaciones provenientes de la diabetes. Y la otra rama, Los Figueroa, mueren de cáncer. Mi papá sufrió dos años de debacle (ruina). Los últimos 10 meses se los pasó en cama, ya sin movilidad y con diálisis constante. Fue duro, entre otras cosas porque mi papá era mi héroe. Lo fue TODO para mi familia. Durante la larga agonía tuvimos la cálida asistencia del Dr. Rafael (él me ha dicho en la actualidad: “Tu papá... aún lo recuerdo, lo tengo aquí enfrente de mi con sus anteojos, Don Sergio Jiménez”).

Historia 3. El día en que casi muere el tío Rodo (Rodolfo Jiménez). Año de 1995.

Izq.: Don Sergio Jiménez; Der.: Don Rodolfo Jiménez
·        Ese día pero más temprano había pasado un camión muy alto que había tronado el cable que alimentaba mi casa con energía eléctrica. Así que estábamos en el azul mortecino poco antes del anochecer. Llegó el tío Rodo que más o menos parecía “normal” y vio que mi papá estaba haciendo labores caseras antes de que terminara de irse la última luz solar, así que se dio la media vuelta y decidió regresarse a su casa.  No se aguantó y le dijo a mi papá que le llevara al doctor. Mi papá desmontó el asiento del copiloto del Volkswagen que teníamos, porque el tío ya había adquirido una posición fetal. Sobre mi calle habían desviado el tráfico de tres carriles de la Av. Tláhuac, así que para sacar el carro casi me atropellan (no es exageración). A mi papá se le ocurrió inmediatamente salir a Las Agujas, con el Dr. Rafael. Obviamente ahí fue atendido. Hasta donde lo entiendo, al día de hoy, mi tío Rodo no sabe que estuvo literalmente a unos 3 minutos de perecer (una indigestión marca “gigante” que hubiera devenido en una peritonitis aguda), desde entonces han pasado más de 17 años y ahí sigue el tío.

LAS AGUJAS

Ahora sí ya hablaré propiamente de Las Agujas, que es únicamente una calle recta de 4 cuadras (2 largas, 2 cortas y una mediana -en total 522 metros-), sin continuidad más allá de la Av. Tláhuac en su extremo norte.
La historia de por qué las Agujas se llaman así me la platicó el Dr. Rafael en el porche de su consultorio, mientras tomaba el sol decembrino de 2011. 


Así eran las agujas o espigas
(Foto tomada en el Periférico)
Se llama Agujas haciendo referencia a unas espigas (o agujas) que crecían de manera natural antes de la urbanización de los años 70's. Es así de sencillo.

¿Y de donde sacó él dicha información? Pues lo leyó en algún libro, sin embargo así al recuerdo no es posible identificar la fuente o nombre. Si lo llego a saber lo agregaré a este escrito.



LA FUNDACIÓN DE LAS AGUJAS

Cuando “nació” Las Agujas fueron tiempos difíciles, pues las únicas calles pavimentadas por el rumbo eran ésta y las entradas principales a la pudiente y refulgente Colonia Lomas Estrella, Calle Once y el Centro de San Lorenzo Tezonco.

La iluminación pública se conformaba con el foco o farolito que cada vecino ponía en su propia fachada; después los colonos metimos drenaje y pavimentación, la consolidamos. Ya cuando estuvo medianamente decente “llegó” el gobierno delegacional. Suele ocurrir.

La lucha por los servicios públicos era de tal envergadura que la colonia al sureste de mi casa, la Col. López Portillo, fue bautizada con ese nombre aprovechando que así se llamaba el Presidente de la República Mexicana que estaba en funciones. Este ni tardo ni perezoso, al no querer ver su nombre denigrado, les “metió” de inmediato agua potable, drenaje, pavimentación, alumbrado público y se mejoró la vigilancia.

Años después a algún arquitecto o ingeniero o funcionario queriéndose hacer el Urbanista, pensó que la Col. El Vergel podría dar el salto al “primer mundo” con el mágico proceso de renombrar las calles a como aparecían en la más pudiente “Lomas Estrella” (Lutecia, Ponto, Frigia, Aquitania, Siracusa, etc.). Mi calle hubiera pasado a nombrarse Trieste, con lo cual nos hubieran dado al traste. La mencionada acción no prosperó.

TRIÁNGULO DE LAS AGUJAS

La calle de las Agujas NO debe confundirse con la colonia “Triángulo de las Agujas”, pues muchas veces las personas que buscan esta segunda se desconciertan al llegar a mi calle pensando que ahí mismo están las dos, pero entre ambos puntos media una distancia, que recorrida por entre las calles se transforma en aproximadamente 1,800 m, además de que para accesar a ella se debe salir al Anillo Periférico (que en ese tramo se llama Canal de Garay).

GRACIAS DOCTOR

Siempre he sido presuroso en señalarle a la gente, quien sea, lo mal que está haciendo las cosas. He sido muy ácido de manera gratuita. Por eso, a modo de redención escribo esto:

Gracias Dr. Rafael López García,

que este blog sirva de pequeño homenaje a Usted y a los otros hombres que he mencionado dentro de estas pequeñas “aventuras” (que han sido muchas) vividas en Las Agujas. 

Nunca he podido evocar la Calle de Las Agujas sin traerle Dr. simultáneamente a la memoria, y viceversa.
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15 de febrero de 2012

Figura fantasmagórica en video

Es un video de 20 segundos grabados en la noche del 7 al 8 de febrero de 2012, en el norte de la Cd. de México.
La pareja de uno de mis hermanos fue testiga.

Al amanecer

En la mañana, al iniciar labores en aquella empresa, vieron las luces interiores prendidas. Esto no es usual.
El dueño pidió se examinaran los videos de vigilancia.

Las cámaras grabaron 3 diferentes periodos.
En el primero y segundo videos se ve una pequeña "bolita" de luz (comúnmente denominada "orb"; pueden dar la impresión de ser de diferente densidad -desde transparentes hasta  casi sólidas-). El orb pasa rápidamente de derecha a izquierda y no se ve nada más.

El 3er periodo grabado

Lo que se presenta con esta nota es el 3er video:

En el centro y debajo de la pantalla se ve una "nube" alargada, con una cabeza en lo alto y el extremo delgado tocando el suelo. Se mueve MUY RÁPIDO por el pasillo.

En la segunda mitad del video se repite con lentitud para su mejor observación.

Eso es todo.

Es muy breve, y realmente no puede "competir" con otras cosas que están anidadas en Youtube, ciertamente mejores o mas sensacionales.

Pero es importante porque gente allegada a mí vivió todo el suceso (pues ahí trabaja de tiempo atrás y estuvo presente cuando se revisaron por primera vez los videos de vigilancia -si fuese una broma, alguien se está tomando muchas molestias e incluso se podría meter en problemas legales-).

He aquí el video:


¿Especulaciones?

Todas las que se deseen:
  • Que si es un video trucado (lo cual en realidad no sería difícil de hacer con los programas de cómputo actual).
  • Que si es una broma (alguien soplando humo de cigarro frente a la cámara a las 3:00 de la mañana).
  • Que si es un orb.
  • Que si es un demonio (o "espíritu chocarrero").
  • Que si es una manera de publicitar a la empresa (pero ¿cómo sería? De hecho es contraproducente)
  • Que si es un humano, pero descarnado. (lo que comúnmente denominaríamos "fantasma")
  • Que si es un "tulpa" o "egregor" (una "entidad vigilante" que para el caso surge de un colectivo).
  • Que si es una cosa "extraterrestre" o "intraterrestre" o "interdimensional".
  • Que si me lo ingenié para atraer público a mi blog.

    Lo único bueno de todo el asunto es que no han ocurrido percances que lamentar.
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    2 de febrero de 2012

    Duendes en el Cerro de la Estrella y en algunos otros lados


    Dos experiencias dentro de mi familia.

    • Primero la de mi Primo al ver duendes en la punta del Cerro de la Estrella (Iztapalapa, México D.F.), hará 10 o 12 años.
    • Y la segunda, ocurrida a mi abuela materna hace decenas de años.

    La Punta del Cerro de la Estrella

    Esta es una de tantas  experiencias “paranormales” (así entre comillas porque debemos recordar siempre que TODO lo que pasa en los Universos es NATURAL) que le han acontecido al Primo Héctor Jiménez (algunos de ellos ya narrados AQUÍ), en la punta del Cerro.

    Claro que antes de la punta, pues están las faldas del Cerro, pero para conocer datos de esta zona baja puede verse el siguiente: link o vínculo. Por lo que paso hacia la parte de arriba, aún más allá de la última construcción que es el Museo del Fuego Nuevo:

    ·        El Cerro de la Estrella (al sureste del Distrito Federal, México) aunque está completamente inmerso en la mancha urbana, se cataloga en la actualidad como Parque Nacional (en Google Earth lo encontrarán en 19°20’37”N, 99°05’23” O).
    o   La ruta oficial de acceso es por el norte, desde Av. Ermita
    ·        Senderos. Obviamente son serpenteantes, pero la mitad de ellos están pavimentados y el resto son veredas muy claras y fáciles de seguir. A veces se puede uno perder, pero esto no es tan grave, pues si se va hacia arriba eventualmente se llega a algún mirador y se puede uno orientar, y si se camina para abajo se encontrará en área urbana (aunque en colonias de “paracaidistas”, es decir de gente de bajos recursos que han fincado a la mala, son barrios bravos).
    ·        Mirador. Hay varios puntos que cumplen esta función, pero el lugar que oficialmente se llama “El Mirador” está a dos tercios de la altura y mira hacia el poniente.
    ·        Petroglifos.  Son difíciles de detectar pues no están señalizados ni protegidos.
    ·        Pirámides. Aparte de la pirámide principal de la punta de lo que fuera el Templo del Fuego Nuevo (enlace externo: Ceremonia del Fuego Nuevo en Wikipedia), existen varias pirámides a la mitad de la altura, pero muy alejadas entre sí, pues corresponden a los antiguos barrios prehispánicos de las faldas del Cerro. La pirámide de la punta está hoy enrejada (por una obra pública monstruosa, sin estudio de imagen) y las demás no, por lo que sufren diferentes deterioros de niños (que juegan a las “escondidas” o futbol) y jóvenes (principalmente para “noviar”, “cervecear” y drogarse).

    ·        Cuevas
    o   En la antigüedad, las cuevas y las grutas, permitieron, por ABAJO, la conexión con otros templos y palacios fuera y lejanos al Cerro. Esto bien visto es muy práctico pues aparte de ser rutas de escape en caso de un cerco, eran usadas más frecuentemente por corredores especializados que fungían como mandaderos o mensajeros, pues así viajaban protegidos del sol, la lluvia y de criminales o enemigos. En estos aposentos subterráneos  había cuartos y víveres para restaurarse. Algunas de las cuevas (cuya abertura daba a la calla de Capri, Lomas Estrella 1ª Sección) tenían sillas, mesas y nichos pulidos en las rocas; esto me tocó verlo de niño, pero en la actualidad están bloqueadas con materiales modernos para evitar que la gente (principalmente niños) se metan y pierdan o que se usen para maldades adolescentes.
    o   Cueva del Diablo. En la actualidad está enrejada por 2 o 3 tipos de parchado de rejas diferentes, pues siempre va a existir la persona o personas que desean experimentar bajar por ella. Lo que lleva a la destrucción de la puerta o la creación de una hendidura. A la luz del día y sin posibilidad de asomarse hacia su fondo, no se ve tan aterradora, además de que la maleza disfraza un poco la verdadera dimensión de la boca. Aquí han ocurrido muchas cosas difíciles de creer y accidentes mortales.
    ·        La punta está a 2,433 msnm (metros sobre el nivel del mar), esto en realidad no es tan espectacular pues mi propia casa está a 2,244 msnm (189 m de diferencia).

    En esta punta es donde ocurrió esta primera historia.
    Pirámide del Fuego Nuevo.
    Sobre esta base estaba un templo de madera.
    El ritual se desarrollaba cada 52 años (correspondiente al año nuevo de los mexicas)


    El Duende

    El Primo Héctor llevó a sus 2 sobrinos (el niño de 9 años y la niña de 7 aproximadamente, hijos de una de sus hermanas) hasta la pirámide de la punta.

    Era el medio día de un día entre semana, no había gente y la horrorosa reja estaba todavía a unos 8 años de distancia. El Primo traía agarrada de la mano a la niña, mientras que el niño (más dinámico) se avanzaba o retrocedía 10 metros. Que se despegara no representaba problema alguno pues el Cerro es apacible, la poca gente va en plan familiar y los que van solitarios tienen un aire deportista o aventurero, además de que hay vigilancia constante (antiguamente era a caballo y en la actualidad se usa más la tricicleta motorizada).

    La escalera directa hasta la pirámide tiene escalones firmes, bien forjados en concreto, serpenteantes, con un ancho de 1.00 m y obligadamente tiene descansos a intervalos regulares. Nace casi en la entrada de la “Cueva del Diablo”, separada de esta únicamente por el camino principal pavimentado (6 m de arroyo y acotamiento variable).


    En los mencionados descansos anteriormente había macetas de barro, de esas grandes que acostumbra el gobierno: un cilindro sin más pintado de naranja, con 3 o 4 patas. Algunas tenían un maguey y un arbolito raquítico (en la actualidad solo se conservan los magueyes, algunas macetas se rompieron y solo quedó la masa de tierra y en la parte baja de las escaleras se han hecho jardineras).

    El Primo y la niña llegaron al final de las escaleras y voltearon hacia abajo para ver donde se había quedado el sobrinito. Se le veía allá en los primeros escalones, en el primer descanso. El Primo Héctor le gritó por su nombre para que se apurara (pues la idea era estar poco rato y regresar a comer a la casa –que está en San Francisco Culhuacán en la falda suroriente del Cerro-).

    El sobrinito parecía indeciso entre subir o quedarse en el descanso. El llamado se repitió tantas veces que el Primo Héctor dejó a la niña arriba y se desanduvo la escalera.

    Finalmente el niño también reaccionó y se vieron a la mitad del trayecto. Ya los 3 llegaron a la plataforma donde se yergue la pirámide. Ahí aprovechó el Primo para preguntarle: “¿por qué no subías, acaso no me escuchabas?” Y el otro le contestaba,  con candor: “Sí, te escuchaba, pero estaba platicando con un hombrecito.”

    Esto puso en guardia al Primo pues se imaginaba a un hombre adulto escondido fuera de las escaleras tratando de atraer al niño para algún ilícito.

    -“¿Dónde estaba ese señor?”
    -Ahí en la maceta.
    -¿Atrás de la maceta?
    -Nooo. Adentro de la maceta.
    -¿Cómo que adentro de la maceta?

    Al Primo Héctor este tipo de cosas realmente no le extrañan (a mí tampoco), pero aún así le siguió preguntando al niño:
    -¿Cómo se veía?
    -Normal: vestido con camisa y pantalón pero en chiquito.
    -¿Qué tamaño tenía?
    Abrió los dedos: Unos 10 cm.

    Casi entusiasmado agarró a los 2 sobrinos y bajaron hasta la maceta. Ahí le volvió a preguntar dónde estaba el hombrecito. Ahora el niño, señalando el centro de la maceta (que tenía un arbolito raquítico y un maguey mediano), casi repitió el diálogo que transcribí anteriormente pero agregando:

    -Extendía sus bracitos arriba y me decía “ayúdame” (o “acompáñame”). Pero tú me estabas hablando. Y no sabía qué hacer. Y al final me subí.

    Obviamente en esta inspección solo había tierra y aire.

    Todos se sintieron levemente defraudados de que no se repitiera la visión ahora con todos ellos juntos. Bajaron del Cerro por los senderos de tierra, no les pasó nada más, y se fueron a casa a comer.

    Ahora que escribo esto el sobrino tiene aproximadamente 20 años; en el lugar exacto se ha hecho una jardinera de concreto (ahí sigue el maguey original, pero no el arbolito) y se le ha dado mantenimiento a los escalones. Pero años atrás yo ya conocía esta historia y pude ver la maceta y claro que me asomé. Solo vi lo que ven de cotidiano los ojos físicos: nada.

    El Primo Héctor ha seguido viendo más cosas, incluso las ha fotografiado con los nuevos teléfonos portátiles con cámara integrada. Pero esas “investigaciones” las mencionaré en otra ocasión, que aún hay mucha tela de donde cortar…

    Más duendes

    A mi abuelita materna no la conocí, pues murió de cáncer varios años antes de que yo naciera. Sin embargo para mí es un personaje vivo, como se verá en esta segunda historia.

    Mi abuelita materna, Doña Susanita Ciriaco, le platicaba a mi mamá que siendo muy pequeña (5 años aproximadamente) allá en el pueblo del que son originarios (Arcelia, Estado de México), tenía que ir al interior de la sierra con su hermano mayor (18 años) a cuidar a los animales que tenían.
    Había ahí una choza, en donde ella, niñita, se quedaba a dormir, pues esto se hacía de noche y de madrugada. No había más luz que la del fogón y la vela.

    Una vez se despertó y vio a muchos hombrecitos rodeándola. Gritó. El hermano vino machete en mano y gritaba “¿Qué sucede doña Susanita?”, pues así se acostumbraba entre ellos. En esta ocasión las visiones desaparecieron con la llegada del hermano.
    Él trataba de consolarla y ella trataba de explicarse lo mejor posible. Aquel le decía que “todo había sido una pesadilla”.

    Algún tiempo después, se volvió a repetir casi todo exactamente, pero al llegar el hermano las visiones persistieron.  Ella gritaba “Están aquí”, él repicaba “¿Dónde?”. Diciendo así blandía el machete en el aire en todo el derredor de la niña. Pero tal acto no espantaba a los duendes. Por lo que su hermano se quedó abrazándola hasta la salida del sol.

    A partir de entonces cargaron con tabaco en un morral; con el desmenuzamiento del mismo podían hacer un círculo alrededor de la cama. Esta fue una protección muy poderosa y no se volvieron a ver los hombrecitos.

    Moraleja

    Ahora cargo en los bolsillos, siempre que salgo de casa, con un cigarro o dos, sin las boquillas (disque filtros) y  desmenuzados, también llevo en el carro una dotación igual.

    Probablemente este tabaco es de tan baja calidad y en cantidades tan pequeñas que no han de representar protección real contra estos “visitantes interdimensionales”.  Sin embargo debo afirmar que infinidad de veces he subido al Cerro de la Estrella (tanto a la parte urbana como a la parte forestal), así como he estado en las casas y lotes de varios de mis familiares que viven sobre el Cerro y en donde garantizadamente ocurren “cosas”; y no me ha tocado ver ni percibir ni sentir nada realmente anómalo.

    ¿Sirve un cigarro desmenuzado en mi bolsillo? A ciencia cierta no lo sé, pero lo voy a seguir haciendo (incluso lo traté de inculcar en mis hermanos, con poca respuesta), y aquí me tienen  promocionándolo veladamente con este remate. Después de todo, no sería más tonto que traer el cigarro encendido en la boca.
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      10 de enero de 2012

      Perdido en el Desierto de Reynosa

      El desierto de Reynosa está en el noreste de la República Mexicana. Ahí estuve perdido un rato y saqué la enseñanza que en esta ocasión comparto.

      Por qué fui a Reynosa

      En Reynosa (ciudad fronteriza al norte del Estado de Tamaulipas, México), muy fuera de la ciudad, se iba a constituir un parque industrial. Como urbanista iría a checar el terreno para esas instalaciones y prever cosas que fueran de mi competencia: estadística de las personas que trabajarían en el futuro y las exigencias de servicios (de equipamiento urbano y servicios públicos y semiespecializados) que requerirían, también me mandaban (cosa que pasaba muy frecuentemente en esa oficina donde trabajaba) como sucedáneo (sustituto) de geógrafo (cosa que nunca me ha molestado, porque prefiero que me confundan con un geógrafo o un sociólogo o incluso con un ingeniero, antes que con un arquitecto).

      Dicho así de golpe el proyecto suena bien, sin embargo tengo que puntualizar que el terreno que íbamos a analizar pertenecía a una industria petrolera que iba  a usar dicho espacio para “bodega” de desperdicios y substancias realmente peligrosas, de esas cuya fealdad no queremos conocer (difícil manejo, contaminantes, mortales, etc.) y que son exudaciones de nuestro frenético “estilo” de vida actual.

      Salimos de la Ciudad de Reynosa

      Me acompañaba un amigo arquitecto casi de mi misma edad.
      Nuestra estancia en la Ciudad fue rutinaria y no merece grandes comentarios: conocer oficinas, instalarse en el hotel, buscar tiempo para conocer el centro histórico, etc.

      No llevábamos auto propio por lo que nos agenciamos un taxi. El chofer un hombre viejo y abotagado, guerrero de mil batallas, pintoresco sin llegar a la vulgaridad. Su taxi grande, viejo y feo, re-parchado de adentro y fuera.

      Fuimos a las instalaciones. Estábamos como a 210 km  de la Cd. El patio de maniobras era aproximadamente de 10 hectáreas (una hectárea es igual a un campo de futbol) que ya casi estaba bardeado del todo, aunque faltaba la mayor parte del muro frontal. Cercano a este primer conjunto ya se perfilaban otros lotes industriales, pues equipos y materiales (más bien desechos y escombros) se apilaban en redondo a lo largo de medio km.

      Las instalaciones eran cuidadas por un hombre enjuto, correoso y solitario, de unos 20 o 22 años. Veracruzano, que buscando trabajo emigró y emigró hasta  llegar a estas futuras instalaciones.
      Su vecino más cercano estaba a una distancia de entre 60 u 80 km y podían pasar 3 meses sin verlo, ahí también se encontraba el teléfono más cercano.

      Sus condiciones eran tan estrujantes que se bebía sus propios orines para subsistir.
      Hacía 2 días que había atrapado una especie de tlacuache, del cual se había comido todo: uñas, vísceras y sangre también. Cuando llegamos solo pudimos atestiguar la piel secándose al sol  (zalea).

      Regreso a la Ciudad de Reynosa

      Evaluamos las instalaciones (fue rápido) y nos pusimos en marcha de regreso. Era pasado el medio día.
      El carro (el taxi que ya había vivido mil batallas) se sobrecalentó y se detuvo.

      Atrás estaba el futuro parque industrial a unos 60 u 80 km, y por delante un mínimo de 100 km de desierto hasta la Cd. de Reynosa.

      La carretera donde estábamos montados no iba a ningún lado (no conectaba con otro crucero ni conectaba con población alguna) y llegaría a ser usada con asiduidad hasta dentro de 1 año o año y medio.
      No teníamos planos detallados de esa región, únicamente traíamos planos de cómo se iba a construir el almacén de desechos industriales. Así que no sabíamos si existían cerca personas que nos pudieran ayudar.

      No se acostumbraban los teléfonos celulares, y de haberlos tenido no creo que hubieran sido de ayuda alguna. Tampoco cargábamos GPS (eran grandes e ineficientes) y para el caso no hubieran servido: “usted está perdido aquí”, hubiera dicho una sensual voz femenina electrónica.

      En la Cd. de México esperaban noticias de nosotros hasta dentro de 3 días, y hubieran podido ser 4 sin dificultad alguna. En Reynosa nadie sabía de nosotros.

      El Desierto de Reynosa

      Nos rodeaba la NADA, física, palpable e irreductible (no esa nada o vacio abstracto llamado “Vacuidad” del Budismo del cual hablé en esta entrada: click aquí).

      Todo la experiencia de mi vida completa quedaba anulada (aun lo más excelso, lo hermoso o reconfortante, así como las amistades, los parentescos, lo bueno y malo que hubiera hecho anteriormente, cualquier reflexión metafísica sobre la "inmortalidad del cangrejo", cualquier tipo de institución) nada de eso tenía significado ni utilidad.

      Yo no tenía pensamientos ni emociones en particular a ese momento, pero sí PERCEPCIÓN (afortunadamente un par de años atrás me había encontrado el Budismo y sabía que el nombre técnico de ese estado mental era “samadhi”, o “unión”), veía sin hacer juicios:

      • Un ser que trataba de arreglar un amasijo de plásticos, metales y vidrios (que para el caso llamaremos automóvil).
      • Otro ser muy parecido al anterior, pero mucho más delgado y joven, atrapado en una red mental de pensamientos angustiosos.
      • Una prisión absoluta: la mazmorra perfecta, sin paredes ni puertas ni barrotes que se deterioraran u oxidaran, sin centinelas corruptibles. Una nada dividida en dos: tierra ocre y cielo azul luminoso despejado. Infinita. Que no puede ser vulnerada con nuestros sentimientos o pensamientos, ni siquiera la voluntad (aún cuando pudiéramos “llenarla” con nuestras obras, sería una victoria mínima pues AL FINAL, ella tragará todo en su seno pulverizándolo hasta su estado original).

      Yo me encontraba abstraído, como si no estuviera ahí, pero no era un estado de ensoñación, por el contrario, todos los detalles eran perfectos. Paz.

      Fue una sensación mesurada, casi elegante, diferente a otras “revelaciones” o “visiones” (esta última palabra me parece más correcta para agrupar estos fenómenos) que he tenido en mi vida.

      Lo que aprendí imborrablemente

      Vi la profundidad de lo que me rodeaba (que no se puede explicar mediante palabras), quedándome claro que no hay ningún “ser”, ni físico ni mental, ni espiritual o trascendental, ni adentro ni afuera.

      SOLO LA MENTE CALLADA.

      Pero ese estado se cayó, se vino abajo. Surgiendo el siguiente pensamiento:
      “%&$#!*&, una hormiga tiene más posibilidades que yo: hace un hoyo y se mete bajo tierra, o se pone debajo de una hoja. Pero ¿Yo qué?”.

      También me quedó clara, en ese momento y para siempre, la frivolidad con la que nos encanta envolvernos los seres humanos.

      Dicha frivolidad a veces adquiere la forma de espacios (físicos y/o mentales) confortables, con tanta naturalidad que equiparamos:
      • “se siente rico físicamente = es bueno”,
      • “no exige que me esfuerce = es bueno”,
      • “colateralmente hundo a otros pero no a mí = es bueno”.

      Y claro que hay de frivolidades a frivolidades, pero todas ellas quedaban reducidas a espuma ante LA NATURALEZA, esa señora-energía-estado a quien nuestras grandilocuentes ideas humanas no le hacen mella.

      Lo único REAL fue aquel desierto, aquella nada. De hecho sigue ahí. (aunque para ser sinceros en este monumento me rodea también acá)

      Así es. Con nuestras ciudades actuales, nuestra(s) casa(s), lugares de trabajo, de esparcimiento, de cultura y aprendizaje, o de vicio; debajo de todos y cada uno de ellos existe ese desierto físico. 
      Y subyacente en el desierto, pero mucho más profundamente: La Nada, La Impermanencia, El Vacío, La Ausencia, el Esplendor Oscuro, La Más Alta Emoción de la Soledad Trascendental.

      Huelga decir que escapamos con vida y bien. Pues el carro encendió y proseguimos.

      El Naufragio

      El Sabio Confucio (hace más de 2500 años) decía:
      • “Eres dueño únicamente de lo que no puedes perder en un naufragio”.
      Ahora entiendo la profundidad de esta enseñanza y todo mi quehacer diario lo trato de pasar por el filtro de esta experiencia.

      Gracias a ella creo que puedo distinguir entre lo valioso y lo que no lo es. Como no puedo platicarle a todos los seres que me rodean todo lo que ha sido leído hasta aquí, pues hay MUCHOS que NO me comprenden, pues siguen poniéndole su plena atención a cosas y circunstancias que serán pulverizadas con el siguiente gran naufragio que deba presentarse en su vida.

      Estrictamente hablando no se requiere que quedes varado en un mar o montaña o desierto para entender el Vacío, pero… Ahhh¡ Cómo ayuda.
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