La ceremonia fue celebrada el día viernes 5 de Octubre de
2012, en el Juzgado 01 de la Delegación 6 de la entidad 9. Al medio día.
Plaza de Santa Catarina
Los contrayentes pueden ir al Registro Civil de su predilección, pues esto no está limitado al lugar de nacimiento o de actual residencia.
Así que el Registro Civil que eligieron está en la Plaza de Santa Catarina, a dos cuadras al norte de la más conocida Plaza de Santo Domingo (afamada por sus servicios de impresores en el Centro Histórico y porque está ahí el Museo de la Medicina y Antiguo Palacio de la Inquisición), siguiendo la calle de República de Brasil (esquina con República de Honduras).
Es una plaza bonita y limpia. Un excelente marco para empezar otra etapa en la vida, en este caso en pareja.
La espera
En la plaza desarrollamos el eterno ritual de conocer y
saludar a los familiares de la novia. Conocer nuevos amigos.
Me tomé la molestia de sacar mi chiste (si no ahora ¿cuándo?) de:
Me tomé la molestia de sacar mi chiste (si no ahora ¿cuándo?) de:
-Vienes de parte del novio o la novia.
Había una pareja ya en proceso de firmas, así que esperamos
en la plaza. Esto fue muy grato.
Además el espacio permitía a la salida de los nuevos esposos
sumarse a su festejo sin que ello representase una intromisión.
Todo se va desarrollando de manera fresca, rápida, pero sin
atropellos.
Así que ahora nos tocaba pasar a nosotros.
El interior
El Registro Civil cuenta a su interior con un recinto abovedado. Curiosamente no tiene la
acústica molesta como de “eco sordo” o “hueco” de otros lugares similares como
museos, iglesias, etc.
Al ser una ceremonia civil los iconos que revestían el
recinto eran: la bandera de la República Mexicana, un retrato de Don Benito
Juárez (Abogado y político mexicano, Presidente de México en varias ocasiones,
el "Benemérito de las Américas"), y por allá en una esquina una
pintura al óleo del Cerro del Chiquihuite (un cerro del norte de la ciudad de
México). Aderezando los grandes muros: diversas promulgaciones a lo largo del
tiempo.
La Firmada
Firmar en sí mismo es muy rápido y la funcionaria (la Lic. María de los Ángeles Pliego) procura crear un remate con una petición de “que el novio bese a la novia, ahora que ya son esposos”.
Ahora los familiares y amigos nos podemos acercar a los flamantes esposos. Besos, abrazos, lágrimas…
La Salida
Quienes administran el servicio de boda del Registro Civil son mujeres, y esto resulta simpático porque se ven realmente preocupadas por
revestir la ceremonia.
Así que al abandonar el recinto ponen la in-faltante Marcha Nupcial. Que tuvo que ser puesta 3 veces porque no estaban listos los novios para salir (aunque en descargo se debe decir que el inconveniente no era de parte de ellos).
Así que al abandonar el recinto ponen la in-faltante Marcha Nupcial. Que tuvo que ser puesta 3 veces porque no estaban listos los novios para salir (aunque en descargo se debe decir que el inconveniente no era de parte de ellos).
Vítores, felicidades, aplausos.
Y entran los siguientes programados.
Comienzan las aventuras
Doña Mary, la suegra de Gerardo, nos invitó a una comida en
uno de los afamados restaurantes cerca del Zócalo.
Había que recorrer 5 cuadras. Pero a mitad de camino tomamos
una calle perpendicular.
Ahí Estela manifestó molestias con sus zapatos de tacón. Y ya no pudo andar más…
Ahí Estela manifestó molestias con sus zapatos de tacón. Y ya no pudo andar más…
Estábamos a mitad de una banqueta amplia, nos pegaba el sol,
y coincidió que estábamos varados exactamente enfrente de un santo que la
localidad de comerciantes venera, así que los encargados nos veían con mala
cara.
Estela se descalzó y arrellanó en una pequeña saliente del
muro.
Doña Mary y una amiga suya salieron hacia el fondo de la calle
para comprar unos chanclos.
Cartelera de Lucha Libre, en primer plano: Elizabeth |
Nos pasamos a las puertas de la Arena porque ahí había
sombra y se podía sentar en los escalones de la entrada.
No aparecían las mujeres con el nuevo calzado, así que mi
hermano Gerardo fue a buscarlas. Al poco regresó la Amiga de Doña Mary, pero
sin ésta y sin zapatos.
A seguir buscando los zapatos. Se le ocurrió a Elizabeth (pareja
de mi hermano Javier) comprar en una tienda especializada en serigrafía que
estaba ahí cerca unas pantuflas que se utilizan para pruebas de diseño. (Curiosamente
antes de que ella fuera, Gerardo las había pedido y no se las quisieron vender)
Eventualmente los grupos que habían ido en busca de los
primeros grupos que habían salido en la busca de los zapatos, regresaron. Doña
Mary trajo un par de tenis (ligeramente grandes). Estela se probó las pantuflas
y los tenis, optando por las primeras.
Nos retornamos hasta la calle de República de Brasil y de ahí
hacia el Zócalo, al restaurante.
La comida (bufete): buena; todo cortesía de Doña Mary.
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Así son las "aventuras" en mi familia, hechas de pequeñas cosas cotidianas.
Por la tarde los novios tuvieron que atender otros asuntos burocráticos, esta vez con el apoyo de mi hermano Javier.
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