12 de septiembre de 2011

La Realidad es un Sueño

¿Cuántas veces nos hemos despertado con el sentimiento de que tenemos una revelación entre manos, algo que es trascendental a nivel personal o incluso a nivel mundial? Pero… en el momento en que queremos hacer foco en esa idea particularmente… ¡zaz! Se desvanece en lo oscuro de nuestro cerebro… y solo queda el sabor de que era algo GRANDE.  Como remate: nunca volvemos a percibirla.

Incluso hay algunos absurdos que se vuelven a dormir para “retomar” su anterior sueño donde lo dejaron. Por lo menos yo jamás lo he podido lograr.

Aunque soñar lo hacemos diariamente olvidamos los sueños (agradables o no)  inmediatamente al levantarnos o al poco rato de entrar en actividad. De hecho ahora los científicos pueden saber con precisión en qué momento lo hacemos y cuál es la duración exacta, además de algunas otras características. Sin embargo aun no es posible “meterse” en el sueño de otro.

Si uno acude a un buen psicólogo a contarle sus sueños, lo primero de lo que nos enterará este sabio es que en el sueño estás únicamente tú. ¿Pero cómo es posible? Si “viste” a tus seres queridos, o incluso a otras personas más periféricas, animales, casas y parajes que has visitado en la vida real. Y todos eran coherentes: tu novia (dentro de tu sueño) actuaba “igual” que en la vida real, el piso que pisabas lo sentías como algo “golpeando” tus pies. Etcétera.

Pues esa es la verdad: tú eras todo y todos en tu sueño. Los recreaste conforme a percepciones y recuerdos que son “independientes” de ti mismo y de las personas y objetos que los generaron.
Por ejemplo: si tienes los ojos cerrados y estás en medio de la noche en un cuarto a obscuras, ¿cómo es posible que hayas “visto” todo en tu sueño tan nítidamente? Porque en ese sueño era de día, es más: ni estabas en tu casa, porque el escenario era un zoológico o una colina o cualquier otro lugar, pero no tu cama, ni siquiera tu cuarto. Todo fue generado en la oscuridad, todo vino de la Vacuidad, de La Nada. Lo mismo se puede decir de otras percepciones: tu boca no estaba en contacto, en la vida real, más que con tu saliva, pero en tu sueño estabas “saboreando” un helado de uva (de esos con cono y una bola, el clásico) recostado en el pasto de la colina acompañado de tu novia. Todo eso lo creó tu mente, no existió, ni existe, por eso se llama sueño.

Para explicar esas realidades y ésta del mundo despierto,en Budismo se habla de los 5 skandhas, los 5 agregados, 5 constituyentes de la experiencia humana. En realidad son 5 agregados llenos de agregados, como se verá más adelante.

Los 5 Agregados
  1. Lo físico (arterias, huesos, la comida en tu estomago, las células y pelos que se te están cayendo ahora mismo, etc.)
  2. Las percepciones (tacto, gusto, vista, olfato, oir y mente, así es: en budismo la mente es otra percepción más, otro órgano más. A la boca le gusta el sabor del helado de uva, y se vuelve ÁVIDA por contactar con los elementos físicos que completan la experiencia; de la misma manera la mente desea “sentir” pensamientos y se vuelve ávida por los mismos creando o buscando a ultranza la oportunidad de complementar la experiencia con los otros 5 skandas, o en su defecto únicamente con algunos de ellos, como ocurre en los sueños).
  3. Las emociones. 1. Me-gusta, 2. no-me-gusta, 3. me-es-indiferente.
  4. Las voliciones. La voluntad: acercarse a lo que me-gusta, alejarme de lo que no-me-gusta, hastiarme de lo que me-es-indiferente.
  5. La conciencia, el darme cuenta de que me doy cuenta. Crear memoria y asociaciones: 3+4=5, eso no tiene nada que ver con voliciones, ni emociones, quizá en algún ejemplo básico se pueda  inmiscuir la percepción otorgándole a cada piedrita un numero (piedra uno, piedra dos, etc.), como sea queda claro que es algo diferente a los otros skandhas. La psique es independiente de un cerebro físico.
(Cada skhanda se subdivide a su vez en diferentes componentes, y estos últimos se pueden subdividir en otros sub-componentes)

Por ejemplo: una cámara fotográfica tiene skhandas 1 y 2 pero le faltan los restantes (por ejemplo: no tiene conciencia de sí misma).
Los skhandas casi desaparecen en el orden anotado cuando morimos (aunque no necesariamente debe ser así). Hay fantasmas integrados por los skandhas 2, 3, 4, 5, los hay únicamente integrados por los 2 y 5, estos últimos son los que aparecen como imágenes que no interactúan con quien les está mirando y dan la impresión de estar “congelados” en el espacio y tiempo.
Cuando estamos en coma casi es al revés el caso: están los skhandas 1, y algunas líneas del 4.
Las posibilidades son amplias y varían en complejidad e interacción.

Entonces regresemos al principio, estamos soñando. Únicamente algunos skhandas (o partes de ellos) están activos, pero no todos. Nos pasa a diario, así que esto es natural y es bueno. Es NATURALEZA.

No importa cuán elaborado sea mi sueño, ni cuantos personajes (humanos o no) aparezcan en él, ni la complejidad de los escenarios (el espacio, dimensiones alternativas o paralelas), TODO está hecho del mismo “material” (una suma parcial de skhandas) que muchas veces aventamos al 5º skhanda (la conciencia o memoria), aunque tampoco ocurre de manera automática (por eso olvidamos).

Pasemos a las pesadillas ¿Cuántas veces hemos tenido estos sueños intensos? Su intensidad es tal que cuando estamos “dentro” del sueño, juraríamos que la amenaza es real, no nos cuestionamos que la bruja o monstruo o amenaza es “irreal”. Y lo es pues está hecho del mismo material que el resto del sueño, incluyéndonos. Si todo está hecho de la misma cosa ¿cuál podría ser la diferencia? Solo un diamante puede tallar a otro diamante.

La amenaza está a punto de tragarnos, alcanzarnos, destruirnos, etc. Y un cuarto de segundo antes de que ocurra lo impensable despertamos de este sueño intenso.

Por un segundo nos preguntamos ¿Dónde estoy? ¿De qué se trata? Empiezas a recordar que estás en tu cama, y han de ser las 3:30 de la mañana. Y te empieza a dar risa lo absurdo de tu situación: casi llorabas y te orinabas por una cosa “imaginativa”, todavía tienes empapada la frente y la espalda de sudor frío. Visto así era absurdo… pero es que… cuando estabas “dentro” de tu sueño… se veía todo TAN REAL…

Pero no. Fue una ficción y se queda ficción. Una ficción que tiene sus propias reglas, eso sí. (Incluso se ha hecho por lo menos una película buena explotando el punto: Matrix, Inception, y otras Películas sobre realidades alternativas)

Si tú, en tu sueño, te dieras cuenta de que estás soñando (a mi me ha pasado) ¿correrías desaforado a decirles a todos que despierten de la ilusión? Probablemente no lo harías de buenas a primeras, y aunque lo hicieras probablemente no te creerían (recuerda que eres tú mismo “jugando” contigo, en el sueño NO hay y no puede haber nadie más) y si alguno de tus personajes es de veras muy “inteligente” (aunque en realidad no podría serlo más que tú mismo) incluso evitaría que despertaras, pues en cuanto abrieras los ojos el/ella/eso dejaría de “existir”.

Todos los días soñamos a estos mundos y seres, y no vivimos el resto de nuestras vidas con complejos de culpa por haberlos “matado” o “destruido” al despertar. Nos queda claro que todos(as) ellos(as) volvieron al “mundo” o “lugar” del que surgieron, el mundo de los sueños, donde nade se crea ni se destruye, donde  nada está manchado o es puro.

Pues así es el Despertar Budista, no estás “matando” ni “aniquilando” a nadie ni a nada, ni siquiera a ti mismo. 
Con esta SABIDURÍA y PAZ debes y podrás avanzar.

La realidad cotidiana que vivimos, estos universos, nuestro planeta Tierra y todo lo que hay en ellos regresará al lugar de donde vino.

Soy una ola del mar de la Vacuidad
En Budismo el ingrediente con el que están hechos TODOS los tipos de sueños tiene el nombre técnico de Vacuidad o Shunyata (yo le llamo el Mar de Vacío o Vacío Plástico o Masa de Vacío, Ausencia, Desertedad, Súper Plastilina, La Nada, todos pálidos nombres para lo que es; y NO, no es confundible con ningún tipo de deidad: Enlace a donde hablo de la Shunyata).

Algunas fuerzas perversas quieren hacernos creer que ver que el mundo físico está hecho de Vacuidad altamente densificada es ya el Despertar. El ver que somos una llama en medio de un incendio, NO lleva a la extinción (apagado o pacificación) del fuego. Así que el Despertar es "algo diferente" a la Vacuidad.

De esa perversa manera nos quieren mantener “durmiendo” y pagando vasallaje, o sea, ser esclavos de otras ensoñaciones que pueden manipularnos (a los humanos) únicamente si permanecemos en la ilusión mundana de la densidad física (para mí lo físico es aquello en donde la distancia tiene importancia; por contrario en lo espiritual la distancia no tiene importancia).

Hasta aquí la visión “budista” que he pintado se podría comparar con otro concepto o ideología que se denomina  Solipsismo (creer que yo soy el dios creador de todo ¡Imagínense el tamaño de este ego! Para más información de esta corriente pueden ver este blog interesante), es diferente a éste último en que no hay un “creador”, “nadie que despierte”, pues el ego queda trascendido. Así que no se engañen, aquí hay más truco.

Ya estoy dejando de decirles que ¡Despierten!, con que lo haga yo será más que suficiente, de todas maneras no me los podría traer conmigo.